La diarrea se
produce cuando el volumen de agua y electrolitos exceden su capacidad de
absorción, eliminándose de forma aumentada por las heces debido a un aumento en
la secreción o por disminución de la absorción a nivel de intestino delgado. En
determinados casos penetra la mucosa por antígenos extraños, como
microorganismos o toxinas.
Las
toxinas microbianas pueden ligarse a los receptores del enterocito y estimular
la secreción epitelial de agua e iones, produciendo una disminución en la
absorción de electrolitos (3).
La
gran pérdida de líquidos y electrólitos puede derivar en un cuadro de
deshidratación. Esto es más frecuente en el niño pequeño, por tener una mayor
área de superficie corporal en relación con el peso que el adulto y, por lo
tanto, unas mayores pérdidas insensibles.
Ocasionalmente
se puede desarrollar una diarrea prolongada como consecuencia de:
– Intolerancia a la lactosa, en relación con
un déficit transitorio de lactasa por daño de las enzimas del borde en cepillo
intestinal.
–
Sensibilización a las proteínas de la leche de vaca, al existir en la
gastroenteritis un aumento en la absorción de antígenos de la leche de vaca que
puede desencadenar una respuesta inmune, local o sistémica
– Sobrecrecimiento bacteriano, por la contaminación bacteriana de los tramos altos del intestino delgado.
– Sobrecrecimiento bacteriano, por la contaminación bacteriana de los tramos altos del intestino delgado.
3. Santolaria
S, Guirao R, Belloc B Diarrea aguda de naturaleza infecciosa [Internet]. [Citado
20 de abril de 2017]. Disponible en:
http://www.aegastro.es/sites/default/files/archivos/ayudas-practicas/39_Diarrea_aguda_de_naturaleza_infecciosa.pdf
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